Muestra de lo que le pasa al cerebro de una estudiante ... Verídico... Así que no me geometrices la cabeza

domingo, 30 de octubre de 2011

Hayao Miyazaki

No he conocido a nadie con una imaginación tan impresionante como la del ilustrador Hayao Miyazaki. 

Nació en Japón en 1941, estudió ciencias económicas, pero en los 60 se unió al mundo de la ilustración japonesa. En los 80 inició su propio estudio y hoy en día se le considera el "Walt Disney japonés".


A parte de toda esa información que se puede encontrar en Wikipedia se pueden decir muchísimas más cosas de este hombre que tiene una imaginación espectacular. Una imaginación dedicada principalmente al mundo infantil y con la que consigue mandar claros mensajes de igualdad y de paz.

En sus películas, en cada uno de los fotogramas, la pulcritud está marcada en cada detalle. Para unos segundos de película el y sus colaboradores se pueden estar meses dibujando, analizando lo que se quiere hacer sentir en cada escenario. El espacio, su forma, lo que contiene, absolutamente todo es pensado y dibujado sin escatimar en detalles. 

Ha trabajado en comics, series y películas. Su trabajo en los dos primeros géneros lo desconozco, pero he visto practicamente todas sus películas y en cada una me asombro más. Tengo que admitir que mi favorita es El castillo ambulante, pero también he visto Ponyo, El viaje de Chihiro, Los cuentos de Terramar, Niki, la aprendiz de bruja, El castillo en el cielo y La princesa Mononoke. Me gustaría acabar la lista en poco tiempo.

Además de admirar la creatividad del argumento y en la creación de distintos personajes, admiro al Sr. Miyazaki por su creatividad en el diseño arquitectónico, paisajistico y su innovadora visión en el campo de la ingeniería.  Las residencias de los personajes humanos son representadas tal cual se encontraban en la realidad de su tiempo.

 Pero lo que me maravilla son los castillos, los lugares fantásticos que son dibujados idílicamente. No son un castillo medieval, donde el mago, la princesa o lo que se quiera se esconde en lo más alto de la más alta torre. Son espacios enredados, lugares laberínticos, rincones que parecen pequeños y angostos, pero que acaban en enormes estancias que se comunican unas con otras sin ningún tipo de lógica.


Lugares donde el caos tiene orden, un caos que cobra sentido por si solo y que deja fascinado a cualquiera.
¿Podríamos comparar este caos, este desorden, estos lugares que probablemente no se sostendrían en la realidad, con las cárceles de Piranesi? No he conseguido ninguna imagen del interior de los castillos de los que hablo, pero recomiendo que se compare esta imagen con el castillo de la película Los cuentos de Terramar. Se puede llegar a ver numerosas similitudes.

Creo que el Sr. Miyazaki es una fuente de inspiración y rebosa creatividad. Le envidio.



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