Desde hace muchos años hay en mi casa un precioso boceto tamaño A3 de El Archivo Viejo de Simancas. Un boceto muy sencillo hecho de trazos muy gruesos que deja patente la belleza del castillo.
Siempre fue uno de mis cuadros favoritos, pero no se porqué nunca indagué sobre el artista, Félix Cuadrado Lomas.
Hace no mucho tiempo tuve la suerte de poder asistir a la inaguración de la exposición de esta artista en una de las galerías más famosas de Castilla y León, la galería Rafael de Valladolid. Allí conocí a este artista dandome cuenta de que ya lo había visto con anterioridad en Simancas (del cual los dos somos vecinos).
Lo que me sorprendió fue el carácter huraño del artista. La verdad es que la imagen generalizada de los de su gremio suele ser así; personas hurañas, cerradas e incluso llegando a ser bronco, pero ver una generalización personificada siempre llama la atención.
Me pregunto a qué se debe este carácter. Cómo alguien que es capaz de representar con cuantro líneas la belleza de un paisaje seco como el castellano puede ser una persona tan poco afable. Aunque se podría a lo agreste y duro de Castilla.
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